La escoba

  La escoba es un antiguo juego italiano. Pertenece a la familia de los juegos de naipes en los que los jugadores tratan de capturar o pescar cartas que hay sobre la mesa formando combinaciones con las que tienen en la mano.


ORÍGENES

  Durante el siglo XVI en Italia se expandió muy rápidamente una práctica llamada “Scopa” y que tenía unas reglas muy similares a las que hoy en día tiene la escoba.
  Poco a poco se fue expandiendo en los casinos italianos y enganchó a un gran número de jugadores en poco tiempo. En algunos lugares se hacían torneos por parejas, mientras que lo más normal era jugar de forma individualizada.
  Se jugaba con la baraja italiana de cartas, los naipes que son originales de esa tierra. Pero muy pronto llegaría al resto de países europeos la afición por este juego.
  España fue el primer país en adoptar la escoba. Se hizo una adaptación para que se pudiera jugar con la baraja española de cuarenta cartas, aunque para eso no se tuvieran en cuenta los ochos y los nueves.
  Los casinos españoles se iban a hacer eco de este juego años más tarde. Era una buena modalidad para practicar en la sobremesa, ya que el jugador que estuviera más activo era el que podía ganar y limpiar al resto de jugadores. Era una forma de competir y regatear la tan famosa siesta implantada en ese país.
  Después se expandió al continente americano. En Estados Unidos no tuvo gran repercusión, pero en Chile y Argentina, sobre todo, se creó una gran afición por este juego.



REGLAS

 Para este juego se emplea una baraja española de 40 cartas, cuyo orden es indiferente, y se juega entre dos, tres, cuatro o seis jugadores, formando en estos dos últimos casos dos bandos contrarios de dos y tres jugadores, respectivamente.
  Cada jugador toma una carta de la baraja. Reparte el que sacó la carta mayor, que después de bien barajadas, las ofrecerá a cortar al jugador de su izquierda.
  Distribuirá, de una en una, tres cartas a cada jugador y colocará a continuación, en el centro de la mesa, cuatro cartas descubiertas. El mazo de cartas restantes quedará a su derecha. En los juegos siguientes, el turno de dar continúa por orden riguroso de izquierda a derecha.
   Comenzará a jugar el jugador situado a la derecha del dador, el “mano”, colocando descubierta en el centro de la mesa, una de sus cartas, procurando ligar esta carta con todas o alguna de las descubiertas con el objetivo de sumar 15 (para lo cual, deberá dejar una de sus cartas descubierta junto a las demás, pasando el turno al jugador siguiente). En este caso, tomará dichas cartas y las colocará vueltas hacia abajo a su lado.
Posición inicial
  En el caso de que un jugador consiga sumar 15 puntos con todas las cartas del tapete se dice que ha hecho una escoba; en esta situación al recoger las cartas para ponerlas con el resto de las bazas ganadas se suele poner una de las cartas boca arriba y cruzada con el resto de sus cartas a modo de marca para poder contar al final de la mano los puntos ganados. Como es lógico el siguiente jugador después de una escoba no podrá hacer baza y se limitará a poner una carta sobre el tapete.
  Continúa el juego por turno riguroso de izquierda a derecha y cada jugador, al llegarle el turno, deberá jugar obligatoriamente una de las cartas de su mano de la forma ya explicada. Cuando todos hayan jugado las tres cartas de su mano, el que da, hará una nueva distribución de tres cartas a cada jugador. Continúa el juego de esta forma hasta terminar las cartas del mazo.
  Cuando el jugador que da las cartas, al colocar las cuatro cartas descubiertas en el centro de la mesa, viese que suman 15 ó 15 más 15, las recogerá para sí, contando una o dos Escobas, respectivamente, no teniendo que sacar del mazo otras cuatro cartas. El jugador “mano” inicia el juego en la forma ya explicada.
  Puede darse el caso de que algún jugador haya hecho renuncio, es decir haya descartado una carta con la que podía sumar 15 normalmente, por despiste, se pueden tomar dos vías, una de ellas debe quedar definida antes de comenzar a jugar, a la hora de elegir las reglas:
  •   O no sumar ningún punto al causante del renuncio y sumar los puntos obtenidos por él al resto de jugadores, con lo que el causante del renuncio sale notablemente perjudicado. 
  •   O ser aprovechado por otro jugador y sumar 15 sólo con las cartas que hay sobre el tapete (lo que llama "baza de mesa"), al mismo jugador que haya conseguido la baza de mesa le corresponde el turno siguiente, es decir podrá sumar 15 si es posible o descartar.
  En la última distribución de tres cartas, el que da tiene obligación de anunciar en voz alta: “Últimas”. El jugador que hizo la última baza será quien se lleve todas las cartas que queden descubiertas en el centro de la mesa, las cuales deberán sumar 10, 25, 40 ó 55, como prueba de que no se ha cometido ningún error en el curso del juego. Si hubiere error, se revisarán las bazas de cada jugador para aplicar una penalización.
  Las penalizaciones suelen ser las explicadas en el caso del renuncio o, en el caso de que un jugador que equivocadamente retire cartas que no sumen 15, se le penaliza con cuatro puntos más el valor de las escobas conseguidas por todos los jugadores en ese juego parcial.
  Tras la mano se procede al recuento de puntos de las bazas, o tanteo. Para este se debe tener en cuenta, en primer lugar, el valor de las cartas: El rey vale 10, el caballo 9, la sota 8 y el de las demás cartas, su valor natural representado por el índice. También se tendrán en cuenta los siguientes factores:
  •  Cada escoba: 1 punto.
  •   Posesión de todos los oros: 2 puntos.
  •   Posesión de mayoría de oros: 1 punto.
  •   Posesión de un 7 de oros: 1 punto.
  •   Posesión de los cuatro 7 de la baraja: 3 puntos.
  •   Posesión de la mayoría de 7: 1 punto.
  •   Posesión de mayoría de cartas: 1 punto.
  •   El contrario tiene menos de 10 cartas: 2 puntos.
  Además,  está también el cálculo de las setenta, en el que es necesario averiguar la carta de mayor puntaje que se haya levantado de cada palo. Si no se tiene ninguna carta de algunos de los 4 palos entonces su "Setenta" suma cero puntos y no se puede competir por ella. Cada una de ellas suman puntos de la siguiente manera: Figuras, 0 puntos cada una; doses, 2 puntos cada uno; treses, 3 puntos cada uno; cuatros, 4 puntos cada uno; cincos, 5 puntos cada uno; ases, 5,50 puntos cada uno; seises, 6 puntos cada uno; sietes, 7 puntos cada uno. Naturalmente, también existen variaciones a la hora de realizar este cálculo. Además, cuando el juego sea de 3 o 4 participantes, se hace necesario ponerse de acuerdo antes de empezar si para poder competir por el punto de la setenta, es o no requisito necesario tener aunque sea 1 siete.
  Se debe tener en cuenta que este tanteo es el más típico del juego original, pero existen otras variantes.
  Finalizados todos los recuentos y anotaciones, el jugador que se encuentra a la derecha del que repartió inicialmente recoge las cartas, las baraja y da a cortar el mazo al de su izquierda y procede a repartir (en el orden en que se haya establecido al inicio) cartas para la siguiente mano, así sucesivamente hasta llegar a la puntuación establecida como final de la partida. Si al que es mano le toca 16 la escoba es para el que da, y si da 15 escoba es para el otro jugador.
  Dado que el objetivo primordial de este juego es llevarse el mayor número posible de puntos con las cartas capturadas, haciendo combinaciones que sumen 15 entre las descubiertas del centro de la mesa y una de su mano, tomando como preferencia las del palo de oros y muy especialmente los sietes, ya que, junto a las escobas, son los que más puntúan al final del juego, gana el jugador que en sucesivas manos llega antes a conseguir los puntos fijados al principio de la partida (normalmente 15, 21 ó 31). Por otra parte, si el contrario no hizo ninguna baza, pierde toda la partida.

VARIANTES

  Existen ciertas variaciones de las reglas:
  •   Tanteo: Hay formas de jugar a este juego de cartas en el que el recuento posee otras reglas diferentes a las básicas: Un punto al que tiene más figuras; un punto adicional al que teniendo más cartas, los restantes jugadores tengan, todos ellos, menos de 10 cartas; un punto al que tiene primera o setenta: la mayor suma de 4 cartas menores de 8 de diferentes palos (en caso de que ningún jugador tenga todos los sietes); un punto adicional al que, teniendo el mayor número de oros, los tenga todos (en caso de la baraja inglesa todos los diamantes); un punto adicional al que, teniendo el mayor número de sietes, los tenga todos. En caso de que dos jugadores empaten en el máximo número de cartas, oros, o sietes, o bien no se concede el punto a nadie, o bien se le da un punto a cada jugador del empate.
  •   La setenta: En algunos lugares se les da otras puntuaciones a las cartas para calcular la setenta, cuya suma de sus cuatro cartas de distinto palo con más valor sea la mayor según la siguiente correspondencia de valor por carta; una de estas variantes es: Figuras, 10 puntos cada una; doses, 12 puntos cada uno; treses, 13 puntos cada uno; cuatros, 14 puntos cada uno; cincos, 15 puntos cada uno; ases, 16 puntos cada uno; seises, 18 puntos cada uno; sietes, 21 puntos cada uno. Otro modo, matemáticamente mejor (puesto que no llega con tener 3 sietes y 1 figura para ganar, ya que con 1 siete, 2 seises y 1 uno se le gana, y con 1 siete, 1 seis y 2 unos se le empata), de puntuar la setenta es: Figuras, 1 punto cada una; doses, 4 puntos cada uno; treses, 6 puntos cada uno; cuatros, 8 puntos cada uno; cincos, 10 puntos cada uno; ases, 11 puntos cada uno; seises, 14 puntos cada uno; sietes, 17,50 puntos cada uno (así los 4 Sietes sumarían setenta). Un último modo de puntuar para este cálculo sería: Figuras, 0 puntos cada una; as, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete, el valor literal de la carta.
  •   En algunos lugares no se aplica el punto a setenta, sino que se otorga uno a aquel que posea el mayor número de sietes. Al finalizar la partida las cartas que quedan en mesa serán recogidas por el último jugador en recoger.
  •   Si la jugada esta mal al jugador no le cuentan la 4 en naipes pero eso no significa que le pasen esos puntos al otro jugador.
  •     Al hacer el recuento de puntos de la primera en el caso que un jugador no posea cartas menores de 8 de algún palo se dice que la primera está coja y pierde el derecho a disputar el punto, independientemente de la suma de sus otras cartas.
  •   En el caso que se juegue de tres jugadores y haya empate en la cantidad de oros (por ejemplo, dos jugadores con 4 oros y uno con 2) el punto de los oros se le concede al jugador que obtuvo la menor cantidad de oros, siempre y cuando este haya obtenido alguno (de este modo si hay dos jugadores con 5 oros y uno con 0 no se concede el punto). Esta regla también es aplicable al punto por tener más cartas o a la primera (en el primer caso el jugador debe haber recogido cartas y en el segundo no tener una primera coja).
  •   En Chile se considera también como "escoba" cuando en el reparto, las 3 cartas entregadas a un jugador suman 15 (llamándole aquí "escoba en mano" o "real en mano"). Sólo es válida cuando participan 3 ó 4 jugadores. Otra variación importante es que esta escoba cuenta por 3 puntos, mientras que la escoba de mano (en Chile se le llama "escoba en mesa") vale 4 puntos (un punto por cada carta).
  •   En Chile para que una escoba sea válida, el jugador o pareja debe tapar las cartas que hicieron la "escoba". Sólo puede ser real en mesa si solo las 4 cartas iniciales dan el valor de 15
 Además de las variaciones de las reglas, existen algunas variantes de este juego de naipes, una es la desescoba (también conocida como "escoba a menos", "escoba retorcida" o "escoba negada"), que es igual sólo que gana el que menos puntos consiga, y otra es la verdulera que, con fichas u otras cosas, se juntan puntos y al llegar al 20 ganan, a las que se agregan otras bazas como flor (tres cartas del mismo palo), 20 en (palo) (se juntan un rey y un caballo de un mismo palo), verdulera (si se juntan 3 cartas del mismo número), etc.

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