Los juegos de dados

  Un dado es un objeto de forma poliédrica (aunque la RAE, en su definición, solo prevé que sea cúbico) preparado para mostrar un resultado aleatorio cuando es lanzado sobre una superficie horizontal, desde la mano o mediante un cubilete, en cuyo caso los resultados ocurren con una probabilidad que se distribuye mediante una distribución uniforme discreta.
  Fueron también muy usados en Grecia y Roma durante la Edad Antigua, como consta por algunas pinturas de vasijas y por los objetos mismos frecuentemente hallados en excavaciones.
  Aunque generalmente se hacían de marfil o hueso, se encuentran varios de ágata, bronce y vidrio y no faltan algunos fraudulentos que tienen o han tenido relleno de plomo en uno de sus lados.
  Un dado típico consiste en un cubo pequeño, de entre 8 y 25 mm de arista, y cuyas caras están numeradas de 1 a 6 (normalmente mediante disposiciones de puntos), de tal manera que las caras opuestas suman 7 puntos. Hay entonces dos configuraciones posibles: una tiene los números 1, 2 y 3 convergiendo en un vértice en el sentido de las agujas del reloj, y la otra en sentido contrario.
Ejemplos de dados políédricos

  Por otra parte, en otros tiempos, los dados con formas no cúbicas eran empleados casi en exclusiva por adivinos y en otras prácticas ocultas, por ejemplo en Japón se utilizaba uno con forma de dodecaedro regular y en cada cara se tenían grabados a los animales del zodiaco chino, el cual se utilizaba en principio como elemento místico y luego pasó a ser un elemento lúdico, pero recientemente se han popularizado en los juegos de rol. Normalmente, son de plástico y en sus caras hay dígitos en lugar de puntos. Se suelen emplear los sólidos platónicos para fabricar dados de 4, 6, 8, 12 y 20 caras, aunque también se pueden encontrar otras formas para los dados de 10, 30, 100 y otros números de caras, o incluso para los dados antes mencionados.
  Se describen con frecuencia por su número de caras de manera abreviada, siendo "dX" un dado de X caras. De forma más general, "YdX" supone lanzar Y dados, cada uno de los cuales tiene X caras. Para adaptar las puntuaciones disponibles a cierto baremo, se puede añadir una constante al lanzamiento, o multiplicar una tirada por otro número para evitar lanzamientos de un número excesivo de dados.
  Además, aunque normalmente se inscriben números en las caras de los dados (sea en forma de puntos o números arábigos), se pueden emplear otros símbolos. Comos sucede, por ejemplo, con los dados de póquer o los dados específicos para ciertos juegos.
  Los dados se pueden emplear de muchas maneras para obtener diversas distribuciones. El lanzamiento de varios dados se aproxima más a la normal cuantos más dados se lancen. En algunas ocasiones se eliminan los extremos (tiradas altas o bajas) para modificar la distribución en varias formas.
  A veces, se puede simular la tirada de un dado no disponible.
  Los dados pueden alterarse de muchas maneras para hacer trampas en los juegos que los requieren: pueden redondearse algunas aristas, algunas caras pueden tener una forma ligeramente distinta a un cuadrado para favorecer la aparición de ciertos resultados. Una manera común es agregar algún material pesado oculto debajo de una de las caras de manera de favorecer un resultado. Los dados empleados en los casinos suelen ser transparentes para dificultar estas maneras de engañar.
  Los dados se utilizan con frecuencia para introducir un factor aleatorio en diferentes juegos de mesa (parchís, tablas reales, la oca...). No obstante, existen también muchos juegos puramente "de dados" (mentiroso, pase inglés, generala, etc.) y muchas variaciones sobre ellos. En ambso casos, estos juegos entran en la categoría de juegos de dados.

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